domingo, 4 de marzo de 2012

La obediencia a Dios es producto de la fe y la confianza a El. En muchas ocasiones no nos sometemos a El completamente o no tenemos una entrega total a Dios lo que indica que tenemos una confianza debilitada por la falta de fe. Si existe algo donde prefieres hacer tu voluntad por encima de la de Dios o has notado que para algunas cosas tienes fe y para otras no, necesitas aprender a confiar más en El.

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